Estamos rodeados de ruido, de cosas que nos entretienen de lo esencial. Vivimos nuestros días sumidos en la frenética persecución de las circunstancias que nos rodean y que tenemos que gestionar de la manera más eficiente posible. Se ha apoderado de nosotros (y no sabéis hasta que punto de las nuevas generaciones) un automatismo, una inmediatez en el que la paciencia no tiene cabida, en el que la ley del aquí y ahora es motor de cualquier movimiento.
Por eso es necesario que nos paremos un instante y miremos a nuestro al rededor, que gustemos de lo que nos rodea. Si no lo hacemos corremos el riesgo de que todo pase y nosotros nos lo perdamos. Que nos frenemos en nuestra carrera y podamos ensimismarnos con la belleza que existe y que habla mucho más de lo que somos y deseamos que cualquiera de las cosas que solemos hacer.
Este blog pretende ser una parada, un alto en el camino de cada uno. La posibilidad de que en medio de todo ese ruido, podamos tener un instante de silencio en el que contemplar aquello para lo que estamos hechos: la belleza que reclama a la Belleza.
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